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La costumbre de hacer bromas el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, estuvo
bastante generalizada en Cuba hasta hace algunos años en que se ha ido
perdiendo la tradición, quizás porque las generaciones más jóvenes tienen otros
asuntos más importantes que atender, como escuchar música o hurgar en Internet.
No es mentira que la tradición de hacer “inocentadas” es
bonita y simpática, aunque a veces cruel, como en el caso de ficción que se relata
en el primer párrafo de este artículo, y que, si bien el que las hace y los que
están confabulados con él se ríen de lo lindo, la mayor parte de las veces para
la víctima no son nada graciosas.
Realmente no se entiende por qué una fecha como esa se
dedica a hacer bromas, pues el Día de los Santos Inocentes rememora un hecho,
más que luctuoso, horripilante. Ese día, según se recoge en la historia
relacionada con la religión cristiana,
el rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea, Herodes I el Grande, mandó a asesinar a todos
los niños menores de dos años nacidos en Belén con el
fin de deshacerse de Jesús de Nazaret.
Aunque el acontecimiento se rememora el 28 de diciembre, de
acuerdo con el Evangelio de Mateo, la matanza debió haber ocurrido
después de la visita de los tres Reyes Magos, es decir, después del 6 de enero.
La costumbre de hacer bromas de toda índole es popular en
España e Hispanoamérica y se extiende a los medios de comunicación que suelen
difundir noticias falsas con tono humorístico o incluso como si fueran hechos
reales.
Según el artículo de referencia de la Wikipedia, en algunas
zonas de América es importante no prestar ese día ningún bien, sea objeto o
dinero, pues la persona que los recibe es libre de apropiarse de estos.
En otras regiones se realizan fiestas públicas con
diferentes atractivos. En la localidad alicantina de Ibi, por ejemplo, se
conoce como el Día de los Enharinados y consiste en una “guerra” con puñados de
harina entre grupos rivales; en Fraga
(Huesca) la guerra es con huevos. Quizás deberían ponerse de acuerdo estas
dos localidades españolas para hacer panetelas con la harina y los huevos en
lugar de desperdiciarlos de esa manera.
En la población valenciana de Jalance, se
celebra la Fiesta de los Locos. Con
ropas y maquillajes estrafalarios, los jóvenes ostentan el poder durante unas
horas y por la noche se celebra el tradicional Baile de los Locos, donde casi
todo está permitido ¡Vaya usted a saber!
En otras regiones las fiestas tienen un carácter más
litúrgico, como en la localidad de Antiguo Cuscatlán, en El
Salvador, donde la iglesia está consagrada precisamente a los Santos Niños
Inocentes.
Usted,
amigo ciberlector, por si acaso, cuídese durante todo el día y mantenga
abiertas las entendederas para que nadie venga a darle una broma pesada y luego
le grite entre carcajadas: ¡Inocente!
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