Este año agoniza mientras el 2010 cabalga hacia nosotros en brioso corcel. Siempre que llegamos a un momento así, nos embargan mezclados sentimientos de alegría y tristeza. Tristeza porque descubrimos alguna nueva cana en nuestro cabello, o porque nos acordamos de los amigos que ya no están entre nosotros, o de los amores que dejamos atrás. Alegría, porque el ambiente festivo nos envuelve y el año nuevo se avizora cargado de bondades.
A fin de año nos hacemos promesas y forjamos proyectos para el futuro. Por ello, voy a aprovechar la oportunidad para regalarle algunos consejos que seguramente le ayudarán a ser más feliz a partir del principio del nuevo año. Escuche.
- Sea precavido. No se deje llevar por los impulsos y no haga nada que después pueda pesarle por el resto de su vida. Sobre todo cuide mucho su salud.
- Sea cortés. Siempre cédale su asiento a una viejita, a una embarazada o a un enfermo. Deje espacio en la acera para que el otro transeúnte pueda pasar sin molestias. Pida permiso para avanzar en el interior del ómnibus y si conduce un vehículo, cédales el paso al peatón y al ciclista. También sea cortés con el público que atiende en su trabajo.
- Sea agradecido. Si usted ha recibido un favor, o ha sido objeto de la cortesía de otra persona, agradézcalo. Aunque solamente tenga tiempo para hacerlo con un gesto o una sonrisa. La gratitud es una de las más bellas cualidades del ser humano.
- Sea justo. Trate a los demás con la misma imparcialidad con que le gustaría ser tratado. Procure no perjudicar a nadie y no permita que dañen a otros. Defienda el derecho ajeno como mismo defiende el suyo propio y nunca priorice la exigencia de sus derechos antes que cumplimiento de sus deberes.
- Sea indulgente. Si ha sido objeto de un daño, intencional o no, desista de tomarse la justicia por su propia mano y nunca cause daño a los demás. Respete sobre todo a quienes están en desventaja frente a usted.
- Sea discreto. Hablar de más nunca ha traído buenas consecuencias. No critique a los demás en lugares o momentos inadecuados y nunca revele secretos ajenos. Tampoco se haga eco de comentarios que perjudiquen a otras personas.
- Sea honrado. Asegúrese de cumplir las leyes, las normas técnicas y todas las demás regulaciones existentes. Pague por todos los servicios y bienes que recibe.
- Sea sincero. La falsedad y la mentira son malas compañías. Piense que al final, siempre la verdad se descubre y quienes le rodean pueden dejar de confiar en usted.
- Sea civilizado. Cuide el entorno. No arroje desechos en la vía pública. No dañe la propiedad social. No cause ruidos molestos. Vista la ropa adecuada para cada sitio y ocasión. No diga palabras obscenas y en fin, procure no molestar al resto de las personas.
- Sea ecuánime. Cuando perdemos la compostura no atinamos a tomar las mejores decisiones.
- Supérese. Aprenda cuanto le sea posible, de cualquier tema, por cualquier medio. Recuerde que el saber no ocupa lugar.
- Sea ahorrativo. Evite cualquier clase de exceso. Ahorrar es, simplemente, cubrir las necesidades sin malgastar nada. Piense que lo que usted derrocha puede estar faltándole a otra persona.
- Sea solidario. No deje de ayudar a quien esté necesitado. Está demostrado que quien auxilia, recibe ayuda multiplicada y puede que mañana sea usted el carente.
-Sea laborioso. Solamente con el trabajo se puede crear la verdadera riqueza. Trabajar es la única forma de hacer avanzar al país y lograr un futuro de bonanza para usted y quienes le rodean.
Estos son solo algunos consejos que le ayudarán a ser más feliz a partir de ahora. Comience a aplicarlos el 31 de diciembre a las 12 de la noche y ya verá como su vida cambia para bien. Claro que a usted pueden ocurrírsele muchas más formas de ser una mejor persona. Aplíquelas también y luego me las dice para sumarlas a mi lista. Seamos todos un tilín mejores, como dice Silvio Rodríguez, y veremos al mundo convertirse en un verdadero paraíso.
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