sábado, 30 de agosto de 2008

Séptimo arte, Una bella novia cadáver


De excelente podría catalogarse la cinta de animados La Novia Cadáver, exhibida la tarde del domingo por el Canal Educativo de la Televisión Cubana.
Una historia que comienza en un equívoco y va de escalofriante a tierna, de grotesca a jocosa, con un diseño caricaturesco de los personajes y una depurada realización de animación cuadro a cuadro.
La trama se desenvuelve entre el mundo de los vivos y el de los muertos con bien marcadas escenografías e iluminación que hacen lúgubre al mundo de los vivos y más luminoso al mundo de los muertos.
Ambientada en un pueblecito europeo en el siglo XIX, cuenta la historia de Víctor (a quien pone voz Johnny Depp), un joven que es llevado de repente al inframundo, al recitar sus votos nupciales y colocar, por error el anillo de compromiso en la mano del esqueleto de Emily Watson (con la voz de Helena Bonham Carter), que sobresale de la tierra.
Con ingredientes de thriller, el argumento descubre un mundo de ambición y crimen en una sociedad decadente y marcada por las falsas apariencias al que se anteponen los sentimientos de honestidad, desinterés y bondad, capaces de romper un triángulo amoroso que se extiende más allá de la vida y la muerte para, al final, castigar de justa forma al villano y liberar al alma atormentada de Emily, la novia cadáver.
Conduciendo a los personajes protagónicos a través de un laberinto de sentimientos y emociones que van del amor al odio, de la ambición a la generosidad, de la ignorancia a la sabiduría, el relato culmina con un final feliz como norma inexorable de que el amor y la bondad siempre triunfan al final.
Coproducida entre Estados Unidos y el Reino Unido, La Nova Cadáver es una película de animados propia para jóvenes y adultos, ya que el significado de muchos de sus parlamentos puede ser de difícil comprensión para los más pequeños de la casa.
Ficha técnica:
Dirección: Mike Johnson y Tim Burton.Países: USA y Reino Unido.Año: 2005.Duración: 76 min.Género: Animación, comedia.Doblaje original: Johnny Depp (Victor Van Dort), Helena Bonham Carter (La novia cadáver), Emily Watson (Victoria Everglot), Tracey Ullman (Nell Van Dort/Hildegarde), Paul Whitehouse (William Van Dort/Mayhew/Paul el maitre), Joanna Lumley (Maudeline Everglot), Albert Finney (Finis Everglot), Richard E. Grant (Barkis Bittern), Christopher Lee (Pastor Galswells), Michael Gough (Elder Gutknecht).Guión: John August, Caroline Thompson y Pamela Pettler; basado en los personajes creados por Tim Burton y Carlos Grangel.Producción: Tim Burton y Allison Abbate.Música: Danny Elfman.Fotografía: Pete Kozachik.Montaje: Jonathan Lucas y Chris Lebenzon.Diseño de producción: Alex McDowell.Dirección artística: Nelson Lowry.Estreno en Reino Unido: 13 Oct. 2005.Estreno en España: 28 Octubre 2005.

De Cuba te cuento, El mago de la Guayabera

Said Selman es sin duda el mago de la Guayabera, pues desde que la necesidad de ganarse el pan lo convirtió en sastre, allá por el 1924, hasta que la vida lo dejó, diseño más de doce modelos de esa prenda de vestir, tan cubana como el río espirituano en cuyas márgenes nació en el siglo XVI y del cual obtuvo su nombre inicial: Yayabera.
La historia de Said, cuyo nombre en Cuba era Eugenio, se remonta mucho más atrás. Nacido en el Líbano el 14 de agosto de 1898, viajó a Cuba en 1914 para visitar a dos hermanas mayores que habían emigrado a Cárdenas tiempo antes. Venía acompañado de otro de sus hermanos.
La magia de la isla y sus habitantes le atrapó desde el primer momento, pero no abandonó la idea de regresar a su patria y así lo hizo, unos años después, con algunos ahorros conseguidos a fuerza de trabajos duros y largas caminatas por los caminos de este verde caimán bañado siempre por un rudo sol.
Un naufragio hizo volcar sus aspiraciones cual la embarcación en que viajaba y le hizo regresar pronto a Cuba donde echaría profundas raíces.
Un día Said decidió echar mano a las tijeras y las agujas y de forma autodidacta se hizo sastre en Cárdenas.
Su habilidad le hizo crear fama, pero, contrario al refrán, no se acostó a dormir y siguió trabajando con denuedo hasta que sus servicios fueron recabados por importantes políticos y diplomáticos.
Pero fue quizás su afición por el diseño de novedosos diseños de Guayaberas que convirtieron a esta prenda en una joya del vestir cubano, cómoda fresca y funcional. Una prenda que le hace a uno verse elegante en cualquier evento social, desde un guateque* hasta un funeral.
Gracias a sus importantes aportes el Doctor Eusebio Leal, Historiador de Ciudad de La Habana, le confirió la condición de Mayor Innovador Cubano de la Guayabera, y también mereció el Premio de la Identidad que confiere el Ministerio de Cultura de Cuba.
Hay que decir que Said fundó una numerosa y bella familia en Cuba. Forman parte de ella el destacado profesor Ricardo Selman y su hermano, el Doctor Eugenio, presidente del Club de los 120 Años.

*Fiesta campesina

jueves, 24 de julio de 2008

La Guarapachanga, símbolo de cubanía

Algunas canciones se hacen tan populares que devienen iconos de sus países de origen. Sin lugar a dudas La Guantanamera cumple ese requisito para Cuba. Sin embargo hay otros temas cubanos que bien pudieran acompañar a esa popular obra fruto del genio de Joseíto Fernández.
Entre estas obras ocupa un lugar especial La Guarapachanga, la más popular composición de Juan Rivera Prevot.
Ahora les cuento su historia que está indisolublemente ligada a la propia vida de su autor.
Natural de la antigua provincia de Oriente, en lo que es hoy la provincia Guantánamo, Prevot se unió al Ejército Rebelde que combatía en las serranías orientales. En ese momento tenía 26 años y un escaso segundo grado de escolaridad. El 8 de enero de 1959, llegó a La Habana como parte del Ejército Rebelde y fue asignado a la Comandancia de La Cabaña. Luego fue miembro del Ministerio del Interior y ocupó otras responsabilidades que nada tenían que ver con la cultura. Pero siempre había tenido inquietudes artísticas y literarias que lo impulsaban a escribir poesías y letras de canciones que luego solía botar por desconocer cómo darlas a la publicidad.
Cuenta el compositor que durante la zafra azucarera de 1961 le encomendaron la tarea de dirigir un contingente de cortadores voluntarios en los campos del Central Habana Libre. Los macheteros, poco habituados a la ruda labor, pronto vieron sus manos llenas de ampollas y con frecuencia abandonaban los cortes para tomarse un descanso. Durante esos intervalos exprimían las cañas, previamente machacadas para extraerle el dulce jugo, conocido en Cuba como guarapo. También se entretenían cantando al compás de la música que hacían golpeando los machetes con las limas.
Una mañana que Prevot los sorprendió, los regañó con acritud: “No es hora de estar pachangueando*, si no cortamos la caña el país no tendrá azúcar”, les dijo. Pero al retirarse del lugar martillaba en su cabeza el contagioso ritmo y las palabras guarapo y pachanga.
Así fue que se le apareció la musa y escribió la letra de La Guarapachanga, palabra que formó combinando guarapo y pachanga.
Mientras regresaban al campamento, el novel autor tarareó a sus subordinados el ritmo que había ideado y fue tanto lo que lo corearon que se le quedó grabado en la mente hasta que se pudo llevar al pentagrama.
La vida de Juan Rivera Prevot es tan rica que resulta difícil resumirla en un solo artículo y su modestia y sencillez tan proverbiales que cuesta trabajo obtener la información necesaria para esta tarea.
Solo aclararé que La Guarapachanga no fue el primer número musical compuesto por Prevot que llegara a difundirse. Antes había compuesto “Se corre el rumor”, cuya letra trataba el tema de las embarazosas relaciones internacionales y la posibilidad de un enfrentamiento entre Estados Unidos y la URSS. Pero este tema no alcanzó la popularidad de La Guarapachanga que, después de 47 años todavía suena en la radio, la televisión y los espectáculos públicos.

Letra de La Guarapachanga
Un día yo fui al central
a casa de Mamá Inés
y del trapiche saqué
guarapo para el café

La Guarapachanga se puede bailar
La Guarapachanga se puede gozar

En Cuba se da la caña
En Cuba se da el café
En Cuba se da el tabaco
Porque Cuba rica es

La Guarapachanga se puede bailar
La Guarapachanga se puede gozar


*Pachanguear: expresión cubana que quiere decir divertirse, principalmente mediante música y baile. Se origina de Pachanga, nombre de un ritmo musical cubano y la forma de bailarlo.

miércoles, 11 de junio de 2008

La zorra y el águila

Gracias a una de seas cosas inexplicables que ocurren en la vida, la zorra y el águila se hicieron amigas. A menudo la zorra subía a lo más alto de los acantilados, donde tenía su nido el águila, y allí se pasaban horas conversando. Incluso la zorra se había ofrecido como madrina de los polluelos cuando rompieran el cascarón.
Un día, la raposa fue a visitar a la reina de las aves y no la encontró en casa pues había salido en busca del diario sustento. La tentación fue mucha y la zorra –zorra al fin− se zampó los huevos de su amiga emplumada. Cuando esta regresó encontró a la vulpeja, junto a los cascarones deshechos, relamiéndose aún los bigotes.
Al águila la invadió el desconsuelo, pero tal sentimiento no afloró a su rostro y, con una calma que no sentía, le preguntó a la zorra si sabía lo que había sucedido. Esta, creyéndose astuta, le respondió:
−Nada sé, comadre. Cuando llegué ya estaban rotos. Precisamente me quedé aquí para preservar cualquier evidencia.
−Se lo agradezco mucho, gracias a usted, ya conozco al culpable.
Pasaron varios días sin verse pues la raposa dejó de subir al risco y el águila no bajaba al valle. Pero una mañana el ave divisó desde su altura a la zorra que escarbaba en la tierra. Con un suave planeo descendió y se posó junto a ella.
−¿Qué hace comadre?
−Estoy buscando algo que comer. Tengo mucha hambre.
−¿Por qué no me lo dijo? Yo conozco un lugar donde la comida es abundante y gratis. Yo misma voy a comer allí todos los días.
−¿Y me enseñará el lugar?
−Haré más que eso… la llevaré.
−Gracias comadre, gracias.
El águila indicó a la zorra que se subiera a su espalda y pronta, alzó el vuelo. Se elevó y se elevó hasta dejar atrás las copas de los pinos más altos.
−¿Falta mucho comadre?
−No tanto comadre, no tanto.
Y siguió elevándose hasta que dejó chiquitas las montañas. Allí la raposa volvió a preguntar y recibió igual respuesta del águila que seguía ganando altura. Así, pronto rebasaron los primeros celajes.
−¿Falta mucho comadre?
−Ya estamos llegando.
Un poco más de esfuerzo y el ave voló por encima de unas nubes tan espesas que parecían rocas.
−Hemos llegado comadre, ya puede bajarse.
He aquí que la zorra saltó de su alada montura y comenzó a caer y a caer. Y mientras caía le dijo al águila que volaba en picada a la par con ella:
−Hay, comadre, yo confié en usted y me ha dejado caer al vacío.
−Igual yo confié en usted −replicó el ave− y se comió mis huevos.
¿Moralejas? Hay varias, escoja usted la que mejor le parezca.

miércoles, 4 de junio de 2008

El mar para las nuevas generaciones

Muchas veces oímos decir que el mar es fuente de vida, pero quizás no interiorizamos esa sentencia en toda su magnitud. Está probado que los seres que pueblan la Tierra tuvieron su origen en el mar y se sabe que este ocupa la parte mayoritaria de la superficie nuestro planeta que precisamente por ello recibe el apelativo de planeta azul.
El océano reviste gran importancia práctica para el ser humano. De su seno se obtienen alimentos, medicinas, minerales y variados productos para la industria. Muchos de los pueblos del mundo poseen una economía basada mayoritariamente en el mar.
Pero ahí no termina la larga lista de beneficios que, generosamente, no ofrece el gran piélago. Recordemos que las corrientes oceánicas son mecanismos reguladores del clima y que a través de las rutas marítimas se realiza el grueso del comercio mundial.
El mar tiene también parajes que por su belleza atraen a las personas deseosas de relajarse. Resulta casi innecesario insistir en la necesidad de preservar la salud del gigante salado, porque ¿a quién le interesaría una playa de agua sucia, o donde los surfistas y nadadores tengan que abrirse paso entre desechos flotantes?
¿Y que pasaría si la contaminación matara los animales y plantas marinas que nos sirven de alimento o de los que obtenemos fármacos?
Por su condición de archipiélago tropical, para Cuba el mar reviste una importancia vital. De renglones económicos relacionados con el mar provienen gran parte de los ingresos a nuestro presupuesto nacional.
El gobierno cubano invierte cuantiosos recursos en la protección de las aguas que nos rodean. Pero, sin la voluntad de la población esos recursos tendrían que multiplicarse y aún así no serían suficientes a su propósito.
Es por ello que no resulta ocioso insistir en el tema. La protección del mar comienza al nivel de de la gente sencilla, en las cosas que la población debe suprimir de su lista de acciones para evitar que a él vayan a parar sustancias contaminantes. Algo tan sencillo como no echar productos químicos en los desagües, no arrojar basuras a los ríos o no verter directamente en ellos las aguas negras de las viviendas.
No es menos importante proteger la atmósfera, las aguas dulces y la misma tierra. Pero en mi comentario de hoy he querido centrarme en el mar, porque sin él, sencillamente, no existiéramos.
Entonces, reflexionemos, no solo el Día del Medio Ambiente, sino en cada día de nuestras vidas y trasmitámosle a nuestra descendencia la preocupación por proteger el mar, un recurso que mañana les pertenecerá por entero.

jueves, 8 de mayo de 2008

Humor y reflexión, Mataperros

Andaba un pobre loco por las calles de un vetusto pueblo olvidado por Dios. Porque en su infancia un perro lo había mordido, el orate había desarrollado terrible aversión hacia los canes, así que llevaba siempre sobre su cabeza una pesada roca y cuando veía un perro se la dejaba caer encima poniéndole fin así a la vida de muchos de esos fieles amigos del hombre.
Como casi siempre mataba perros callejeros nadie había le prestaba demasiada atención a su manía. Pero ocurrió que una aciaga tarde el perro de un acaudalado terrateniente escapó de sus ataduras y tuvo la mala fortuna de tropezarse con el loco en un sombrío callejón.
Era un perro de raza podenco. Animal muy valioso y al que su amo apreciaba sobremanera por su destreza en las faenas de cacería.
Enterado el señor de que su linajudo perro había sucumbido bajo la laja del orate lo demandó ante el juez que, bien pagado, declaró culpable al reo y lo condenó a una larga pena tras las rejas.
Los años de cautiverio envejecieron al pobre loco, lo flaquearon y le hicieron crecer larga barba y cabellera, pero no lo curaron de su locura, por lo que al ser devuelto a la libertad, se consiguió otra roca y continúo su ardua labor de mataperros. Solo que ahora miraba bien a sus víctimas antes de asestarle el golpe fatal y si se le parecían en algo al can del ricacho se decía: “¡Cuidado, es podenco!” y el faldero se salvaba.

sábado, 19 de abril de 2008

Pepito cantautor

Pepito escribe canciones, Pepito escribe canciones con letras absurdas. Y lo que es peor, Pepito canta sus canciones absurdas con voz desagradable y desentonada. Pepito desafina.
Cuando Pepito era un niño, cantaba canciones infantiles con su voz infantilmente desafinada de niño desagradable. Y solo porque Pepito cantaba (aunque lo hiciera con esa voz infantilmente desagradable de niño desafinado), a algún pariente con muy buenas intenciones pero muy mal oído se le ocurrió decir: “Este será el músico de la familia”. Y desgraciadamente Pepito se lo creyó.
Pepito creció con la extravagante idea de hacerse artista para no tener que encorvar la espina dorsal en algún sembrado, bajo el castigo del astro rey, o pasarse el día vistiendo un overol embarrado de grasa, o con camisa blanca y corbatín de lazo detrás de un mostrador.
Pepito creció y logró ingresar en una escuela de arte donde perdió el tiempo durante varios años ya que estudió mucho pero no aprendió nada. Pepito estudió una cosa y después se dedicó a otra, y en definitiva ahora no hace bien ninguna de las dos.
Pepito, además de escribir canciones extravagantes y cantarlas con su voz extravagante y desafinada de adulto desagradable, se viste con ropas extravagantes, se pone sombreros extravagantes, espejuelos extravagantes, usa peinados extravagantes y hace videoclips extravagantes.
Permítanme presentarle a Pepito Extra Vagante.
Cualquier semejanza con alguien que ustedes conozcan es pura coincidencia.

martes, 15 de abril de 2008

Mitos en los cementerios

Muchos mitos y leyendas circulan en torno a los cementerios. Nada casual.
A la incertidumbre de lo que hay más allá de la muerte y las creencias establecidas ya sobre el particular, se suman a otros muchos factores que hacen del camposanto un lugar misterioso.
Algunos mitos van decayendo con el desarrollo. Por ejemplo: existían muchas leyendas acerca de personas sepultadas aún con vida. La catalepsia, esa enfermedad nerviosa en que las funciones corporales pueden disminuir hasta hacerse imperceptibles, podía confundir haciendo parecer muerta a la persona que salía de su crisis acostada en un sarcófago ¡Qué horror!
Con los adelantos científicos actuales es casi imposible que esto suceda y eso hace decaer la fuente de la imaginería popular.
Algunos cuentos de personas enterrados vivos:
Una señora de recio abolengo, quien en la noche despertó de su letargo dentro del ataúd y comenzó a gritar, desesperada, pidiendo ayuda. Se dice que el velador del cementerio localizó la sepultura pero no podía solo mover la lápida. Entonces marcó el lugar dejando su propia chaqueta sobre la sepultura y corrió a buscar ayuda, salvando así a la mujer. (Debe haber sido muy bien recompensado).
Un cantante famoso. Dicen que al exhumar sus restos encontraron los huesos de una de sus manos en el lugar en que debía haber estado su estómago. Suponen que la desesperación lo hizo comerse su propia mano tratando de sobrevivir en espera de ayuda.
Una madre con su hijo, muertos durante el parto. Cuentan que enterraron el cuerpo del recién nacido entre las piernas de la madre y que durante la exhumación encontraron los restos del bebé sobre el pecho de la madre.
Algunas de estas crónicas tienen detalles bastante cuestionables, creo yo, pero forman parte de ese misterio mágico que rodea a los camposantos, esos lugares a donde vamos a parar todos irremisiblemente, pero a donde pocos quieren ir.

lunes, 7 de abril de 2008

La necrópolis Cristóbal Colón



Vista desde el cosmos, la Necrópolis Cristóbal Colón resalta por la blancura de sus mármoles y granitos en medio de la maraña de rojos, verdes y grises que es la capital cubana.
Con una extensión de 560 000 metros cuadrados y 222 cuadras, la necrópolis Cristóbal Colón es el mayor camposanto de la Ciudad de La Habana y también el de mayor riqueza artística y cultural, pues el grueso de las 53 360 propiedades que lo forman exhiben esculturas ornamentales o valores arquitectónicos.
Pero también el cementerio de Colón, guarda reliquias de elevado valor histórico, patrimonial, religioso y hasta curiosidades que iremos develando en estas páginas.
Es por esas razones que se ubica entre los más importantes del mundo.

Un poco de historia
El 30 de octubre de 1871, como inicio simbólico de la construcción del cementerio, fue colocada la primera piedra en el lugar que hoy ocupa la Puerta de La Paz, monumental portada de estilo románico bizantino, diseñada por el arquitecto Calixto de Loira y Cardoso, enriquecida con el grupo escultórico de la Virtudes Teologales y los bajorrelieves de la Crucifixión y la Resurrección de Lázaro, obras del escultor cubano José de Vilalta y Saavedra.
El primer lugar de enterramiento público que tuvo la capital cubana fue el Cementerio General de La Habana, o Cementerio de Espada, así llamado en honor a su fundador el Obispo Juan José Díaz de Espada y Landa, quien promovió la idea de abandonar la insalubre costumbre de sepultar a los difuntos en iglesias y conventos.
La idea de construir una nueva metrópolis, mucho más grande y funcional obedece a la insuficiencia de espacio en el cementerio de Espada para una urbe que crecía a pasos agigantados.
Fue en 1854 que el Capitán General Marqués de la Pezuela, concibió tal idea. Ya entonces, se propuso el nombre de "Cristóbal Colón" para la nueva obra pues unos restos mortuorios que se suponían del Gran Almirante reposaban en la Catedral de La Habana desde 1796. Los promotores del proyecto pensaron trasladarlos al nuevo cementerio donde se erigiría un monumento al descubridor genovés y se guardarían sus huesos, considerados reliquias. Sin embargo, la sustitución del Marqués de la Pezuela como Capitán General, hizo que el proyecto fuera olvidado hasta 1858.
En 1864 la iglesia ganó el litigio por los derechos a emprender la obra, pero no fue hasta 1868 en que una epidemia de cólera morbo obligó a apresurar los trabajos de construcción.
El Obispado adquirió terrenos pertenecientes a 6 fincas colindantes y el 12 de agosto de 1870 de libró la convocatoria a concursar por el diseño y dirección de las obras. Fue elegido el proyecto del arquitecto Calixto de Loira y Cardoso quien, además recibió un premio en metálico de 2000 escudos.
El diseño de Loira divide el área total en cuatro espacios principales, denominados cuarteles que se nombran por su orientación geográfica (Noreste, Sureste, Noroeste y Suroeste) subdivididos a su vez por calles que jerarquizaban cada área del terreno de la siguiente manera:
Zona de primera categoría. Compuesta por ocho cuadros, se extiende desde la Portada Norte hasta la Capilla Central. En ella un metro cuadrado de terreno costaba entre 25 y 30 pesos oro. Sólo familias con altos recursos podían comprarlos y luego afrontar el costo de construcción de las tumbas, generalmente lujosas.
Zona de Segunda: siguiendo los brazos de la cruz principal o avenidas centrales, se extiende desde la Capilla Central hasta las calles que conforman las cruces de segundo orden. Costaban de 20 a 25 pesos oro el metro.
Zona de tercera: en estas mismas avenidas centrales, desde las cruces de segundo orden hasta cada una de las puertas de salida: este, oeste y sur. Precio de 15 a 20 pesos oro.
Cruz de Segundo orden: En el interior de los cuarteles, calles y cuadros principales. Precio 15 pesos oro.
Campos Comunes: Manzanas en el interior de los cuarteles a un costo de 10 pesos oro.
La primera gran obra funeraria fue la Galería de Tobías, de la que pronto se hicieron evidentes las fallas y tuvo que se clausurado en 1874. El arzobispado, para compensar esta pérdida de capacidades, construyó las llamadas "bóvedas del arzobispado", junto a la vetusta construcción, y que aún se encuentran en uso. Sin embargo, la verdadera venta de terrenos para las propiedades no se iniciaría sino hacia 1876.
En julio de 1886, al terminarse la Capilla Central, último de los lotes proyectados por Loira quedan concluidas las obras del nuevo cementerio.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Los sapos

Casi todo el mundo sabe lo que es un sapo, aunque muchas personas consideran que el sapo es el macho de la rana y no es así pues sapos y ranas son familias diferentes dentro del orden de los Anuros, clase Anphibia.
¡Pero calma! Nadie se asuste que este artículo no habla de zoología sino, más bien de costumbrismo.
En Cuba, ser un sapo tiene una amplia connotación que nada tiene que ver con croar o andar en los pantanos.
Por ejemplo, si alguien le augura algún desasosiego futuro, usted le dice “¡No seas sapo compadre!”. Algo similar a ser un ave de mal agüero.
Lo mismo, si en lugar de mal presagio vienen y le dan una mala noticia.
Otra variedad de sapo es el tipo inoportuno. El que está o llega al lugar y en el momento inadecuado. Por ejemplo, el que observa como una parejita “aprieta” en algún rinconcito oscuro.
Pero donde quizás se manifiesta el sapo con mayor presencia es en el juego de Dominó, (tan popular en Cuba). Cuando se reúne un grupo de amigos a jugar Dominó hacen su aparición los sapos, que se paran detrás de los jugadores para ver las fichas que tienen. Luego, los jugadores que pierden, si son un poquito supersticiosos, les echan la culpa de su mala suerte a los mirones.
A veces los sapos hasta se atreven a opinar sobre el juego: “Oye, esa jugada fue mala. Yo mejor hubiera tirado esta ficha”, o bien “Si pones el doblenueve se tranca la data”.
Del proceder de los sapos viene el cubanísimo verbo “sapear” y toda la familia de palabras que de esta se pueda derivar, aunque en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española aparezca con otros significados.

lunes, 3 de marzo de 2008

La calle Franco en una escalera


La Calle Padre Pico, de Santiago de Cuba, es famosa por ser en forma de escalera. Es todo un icono de esa ciudad cubana. Sin embargo hay que decir que no es la única calle (o al menos una parte de ella que tiene forma de escalera). A quienes no tienen el privilegio de conocer La Habana, les presento la calle Franco del municipio Centro Habana.
Se extiende desde la Avenida Salvador Allende (Carlos III) hasta la calle Manglar. Tiene 10 cuadras del largo y la escalera ocupa parte de la cuadra entre Estrella y Maloja, la segunda desde Salvador Allende.
Salvador Allende corre a lo largo de la cresta de una elevación cuyas partes más deprimidas son, Manglar por el sur y Malecón por el norte. Debido al violento desnivel del terreno en la cuadra de Franco entre Estrella y Maloja, la solución ingeniera más sabia fue la escalera.
¿Conoce usted otras calles en forma de escaleras? Pues espero sus comentarios.

viernes, 29 de febrero de 2008

La suerte de Mario

Cuando un pajarito que pasó volando le hizo la gracia a Mario este se puso muy contento. En tiempos antiguos era un buen augurio, quizás por la escasa posibilidad de que esto suceda.
«Hoy tendré buena suerte» se dijo Mario, mientras limpiaba los espejuelos, lugar exacto a donde había ido a parar la caca del pajarito.
Lo malo fue no tener puestos los espejuelos en el preciso momento en que un billete de cincuenta pesos, arrastrado por el viento, pasaba junto a él.

Personajes famosos de La Habana (2)

Otro personaje curioso de La Habana, un poco más contemporáneo, era un ex boxeador al que los golpes recibidos en largos combates sin ninguna protección, habían deteriorado el cerebro.
Andaba por Centro Habana a paso rápido y mascullando palabras incoherentes. Normalmente no hacía daño a nadie, pero algunas personas, por tal de divertirse a su costa, le gritaban “¡Gavilán te noqueó!” y aquello bastaba para que el pobre demente arremetiera contra el provocador. Ya este hombre murió.
Otro loco, mucho más reciente era el conocido por “Guagüita”. Andaba por las calles de Centro Habana con un viejo radio portátil al hombro, y haciendo como los niños cuando juegan a conducir un vehículo. Fíjense bien que digo “por las calles” pues caminaba por la parte destinada a los carros.
Guagüita tenía momentos en que parecía recobrar la lucidez. En uno de esos momentos dijo delante de un grupo de personas, entre las cuales me encontraba yo, que era colombiano y que había sido traído a Cuba por alguien que lo había abandonado aquí. A saberse cual pueda haber sido la trágica historia de este personaje. Un día desapareció de las calles. Alguien me dijo que había muerto atropellado por un automóvil.
Ahora queda otro por ahí que en cualquier momento cae debajo de las llantas de un carro. Su locura consiste en “torear” a los vehículos y patearlos cuando le pasan por el lado.
Estos personajes también han sido hospitalizados reiteradas veces y huyen, pues no soportan la tranquilidad y poca libertad de los sanatorios.

Personajes famosos de La Habana (1)

Si alguien me preguntara quién es el personaje más famoso de la capital cubana, sin dudas respondería: el Caballero de París. Medio loco, medio filósofo, sociable a la vez que solitario, con su capa, su larga cabellera y barba y un montón de papeles, periódicos y revistas consigo.
Siendo yo un niño de unos 7 u 8 años nos lo tropezamos en una ocasión en el portal de los que en aquellos momentos era la tienda Lámparas Quesada, en la esquina de la Calzada de Infanta y San Lázaro. Yo andaba con mi madre y mi hermano. El Caballero nos detuvo y rasgando una caja de fósforos vacía hizo en las tapas dos pequeñas notas y nos las entregó. Ya no recuerdo lo que decían, pero de saber la fama que adquiriría aquel bondadoso loco, hubiera guardado con celo mi pedacito de cartón escrito de su puño y letra.
Pero La Habana ha tenido y tiene otros personajes famosos. Algunos no tan agradables. Estoy pensando en una mujer que andaba de ómnibus en ómnibus diciendo chistes y cantando versos, casi todos bien verdes.
Mi madre me contó que aquella loca era hermana y socia del dueño de una importante cadena de bazares nombradas “Ten Cents” pero popularmente conocidas como “Las Casas de los Tres Kilos”*. El individuo se nombraba Lucas Zabala.
Según mi mamá, que había sido dependienta en dos de aquellas tiendas, me dijo que la locura de la mujer se debía a que el hermano le había hecho una trampa “legal” y la había despojado de su parte en el negocio y la había echado a la calle ¡Vaya qué hermano!
El caso es que La China, como apodaban a la pobre loca, hacía las delicias de los pasajeros de varias rutas de ómnibus capitalinos con sus chistes subidos de tono.
Varias veces la internaron en el sanatorio de Mazorra, pero ella era como un pájaro silvestre y se escapaba para volver a las calles.

*En Cuba llamamos kilo al centavo.

jueves, 7 de febrero de 2008

Cebollas que no hacen llorar


¿Es usted de los que lloran cuando cortan las cebollas? Seguramente así será, porque ese vegetal de la familia de las Liliáceas contiene esencias volátiles sulfurosas que al ponerse en contacto con la humedad de los ojos, se disuelven con rapidez, convirtiéndose nada menos que en ácido sulfúrico, que irrita los órganos de la visión estimulando el lagrimeo.
Esta misma sustancia es la que le confiere al vegetal su sabor picante.
Pues bien, puede que muy pronto usted deje de llorar al cortar las cebollas, pues investigadores de Nueva Zelanda y Japón crearon una variedad de cebolla libre de esa sustancia. Para ello los científicos silenciaron el gen que produce la enzima lacrimógena, insertando ADN en la planta mediante un método desarrollado previamente por sabios australianos.
Ahora queda una pregunta por hacerse ¿Perderá esa cebolla transgénica su rico sabor picante? Porque si es así, yo prefiero seguir llorando ¿y usted qué opina?

martes, 5 de febrero de 2008

Moda no siempre es lo que acomoda

Siempre lo digo, moda es lo que acomoda, frase que llevada a un lenguaje más explícito quiere decir que cada cual debe usar lo que le haga lucir mejor. Yo, por ejemplo, uso bigote sin importarme si está o no de moda, porque le confiere un aspecto más armónico a mi rostro.
Pero a nivel global la moda la impone el mercado y la propaganda, porque quienes viven del negocio no quieren quedar atrás en los rating de ventas y por eso inventan cosas cada vez más descabelladas.
Cuando yo era niño los pantalones de mezclilla eran conocidos como pantalones mecánicos, pues la resistencia de esa la tela los hacen idóneos para el trabajo pesado y los que tienen adicionado un peto eran ideales para mantener a salvo de la suciedad la camisa.
A nadie se le hubiera ocurrido entonces ir a una fiesta con un pantalón mecánico y mucho menos si este estaba roto en las rodillas o tenía un parche.
Más tarde se hicieron moda, llegando a alcanzar precios astronómicos en el mercado y ya vienen de fábrica, desflecados, rotos en las rodillas o con remiendos.
Otro tanto sucede con los zapatos, los tacones altos y un poco inclinados hacia delante eran usados por los vaqueros, porque les garantizaban un agarre más fuerte cuando debían sujetar a una res enlazada. Luego se hicieron moda. En Cuba los llamábamos tacones hollywood, porque los veíamos en las películas del oeste que nos llegaban de la meca del cine.
Los zapatos, tanto de hombre como femeninos, han pasado por tacones y suelas de todos los tamaños y formas increíbles.
Desde hace algún tiempo se han estado usando zapatos de puntera alargada y un poco torcida hacia arriba que hacen lucir deformes los pies. Ahora están empezando a imponerse las punteras enroscadas en forma de caracol como los zapatos del legendario Aladino.
La moda es cíclica. Cada cierto tiempo, algún diseñador hojea amarillentas páginas y piensa “este diseño hace tiempo que pasó de moda”, y lo vuelve a lanzar al mercado, pero con variantes para que no sea exactamente igual al anterior.
Eso no está mal, pero hay algunas variantes que desde el punto de vista estético dejan mucho que desear. Y las personas los usan aunque les hagan lucir ridículas.
Nada que la moda no siempre es lo que a cada cual le acomoda.

miércoles, 30 de enero de 2008

Cosas de vecinos

Tengo algunos vecinos que son de apaga y vamos
Vean algunas anécdotas.


El dormilón
Todas las mañanas, a eso de las 4:00 se paraba un auto en los bajos de mi edificio. Venían a buscar a un vecino para llevarlo al trabajo. El conductor comenzaba a sonar la bocina y a gritar:
-¡Antonio!
Uno de esos días se asomó otro vecino a su balcón. Estaba envuelto en una sábana y con cara de sueño y de pocos amigos. Este empezó también a llamar a gritos al tal Antonio hasta que se hizo visible y entonces le dijo:
-¡Compadre cómprese un despertador!

Otro dormilón
Hay uno, que no sé bien donde vive, pero cada mañana escucho sonar su despertador. Tiene uno de esos radio-relojes digitales de mesa que cuando suenan uno aprieta una tecla y los silencia momentáneamente, pero al cabo de un minuto vuelven a sonar hasta que se cambia de posición el conmutador.
Este vecino perezoso apaga el reloj y tira otro pestañazo. El reloj vuelve a sonar y lo vuelve a silenciar una y otra vez durante una media hora. Esto es día por día entre las seis y las seis y media de la mañana.

El asombroso José Martí


José Martí, el Apóstol de la independencia cubana, asombra por su creatividad. Nacido en enero de 1853 y muerto en combate en mayo de 1895, su existencia se redujo a solo 42 años. Aunque su producción literaria comenzó desde muy temprana edad, es necesario descontar los primeros años de su niñez en los que obviamente no escribió.
Teniendo en cuenta su azaroso tránsito por la vida, lo mucho que viajó, lo mucho que estudió y lo mucho que trabajó en la causa política de la independencia de Cuba, asombra que haya sido capaz de escribir lo suficiente para editar los 25 gruesos volúmenes que constituyen sus Obras Completas.
Su verbo encendido se escuchó en diversas ciudades de Estados Unidos logrando que los trabajadores más humildes aportaran de sus apretados ingresos para sufragar los gastos de la guerra de independencia.
Su levita raída, su precario estado de salud y aspecto demacrado a causa del exceso de trabajo y la mala alimentación, den fe de su honradez.
Además de todo eso, encontró tiempo para traducir obras de varios idiomas y editar periódicos y revistas. La Edad de Oro, de la cual solo se pudieron publicar 4 números, devino monumental obra literaria para chicos y grandes. Un libro que todos debemos leer y releer.
Martí escribió mucha poesía, de fino y depurado estilo y de una modernidad que también asombra a los entendidos. Una de sus primeras obras, el drama “Abdala”, escrita durante su adolescencia es una obra de teatro totalmente en verso, con una lírica y una métrica digna de un poeta consagrado.
A continuación una muestra de sus “Versos Sencillos”

VERSOS SENCILLOS
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma

Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.

Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.

Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.

Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros
Volando las mariposas.

He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquella que lo ha matado.

Rápida, como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo,
Cuando ella me dijo adiós.

Temblé una vez –en la reja,
A la entrada de la viña.—
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.

Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca: -cuando
La sentencia de mi muerte
Leyó el alcalde llorando.

Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro, -es
Que mi hijo va a despertar.

Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.

Yo he visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La víbora del veneno.

Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.

Yo he puesto la mano osada
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.

Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla, y muere.

Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.

Yo sé que el necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto,
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.

Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.

Si ves un monte de espumas,
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.

Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.

Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.

Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.

El Andarín Carvajal, una medalla olímpica usurpada por el infortunio

Pudo ser el primer medallista olímpico de cuba, pero la pobreza y el infortunio le arrebataron la medalla
Félix de la Caridad Carvajal y Soto, el Andarín Carvajal como lo conocía el pueblo, nació el 18 de marzo de 1875, en un vetusto edificio ubicado en la calle Águila esquina a Malecón, en la barriada de Colón, hoy perteneciente al capitalino municipio de Centro Habana. Se trasladó muy pequeño con su familia para San Antonio de los Baños, al oeste de la actual provincia La Habana. Fue su pasatiempo favorito, cuando niño, correr a la par de los quitrines y los caballos, o subir a paso largo las colinas para dejar sin aliento a sus compañeritos de juego.
El 1889, con 14 años, gana su primer lauro en duelo atlético con el español Mariano Bielza. Desde las 8 de la mañana comenzaron a darle vueltas al parque del pueblo y a las cinco el español abandonó exhausto, mientras que Carvajal continuó por dos horas más.
En 1895 marchó a la manigua para convertirse en correo de los mambises. Sus prodigiosas piernas lo llevaron de pueblo en pueblo llevando y trayendo mensajes hasta que tuvo que salir huyendo hacia Tampa, bajo riesgo de caer en manos del enemigo.
Al final la guerra regresa a La Habana, donde ejerce como cartero, mandadero y hasta portero del Hotel Inglaterra, a la vez que se destaca como deportista.
Para poder participar en la maratón de los III Juegos Olímpicos, de San Luis, despliega una ingente labor por todos los barrios para recaudar el precio del pasaje.
Así logra viajar a Estados Unidos. Cuando el Andarín se paró en la línea de arrancada llevaba más de 24 horas sin ingerir alimentos. Bajo condiciones agobiantes -como una temperatura de 32 grados Celsius- y con un vestuario y calzado totalmente inadecuados arrancó sometido a las burlas de sus contrincantes. A los 5 kilómetros de recorrido llevaba la punta. Luego de 25 kilómetros la debilidad comienza a hacerse sentir, el estómago oprimido y la vista en candelillas. Un poco más adelante se come unas manzanas verdes de un árbol que encontró a la orilla del camino, las que le provocan fuertes retortijones, diarreas y vómitos. En más de tres ocasiones precisa dejar la senda para evacuar el vientre. Debido a este accidente pierde fuerzas y tiempo, por lo que solo logra llegar a la meta en cuarto lugar.
Personaje pintoresco, continuó sus andanzas deportivas, cosechando más de 57 galardones que quedaron registrados en la edición del 10 de junio de 1916 de "El Heraldo de Cuba". En 1928 ya con 53 años logra la proeza de darle 4375 vueltas a la Manzana de Gómez (ubicada entre las calles Monserrate y Zulueta; Neptuno y San Rafael) y dos años después cubre 2300 kilómetros por carretera entre Guane (Pinar del Río) y Santiago de Cuba.
Completamente olvidado y desatendido, en una mísera casucha bajo el puente de La Lisa, fallece, el día 27 de enero de 1949 este atleta que bien hubiera podido ser el primer medallista olímpico de Cuba.

lunes, 28 de enero de 2008

Curiosidades y chistes sobre calles habaneras


¿Por qué Carlos III y la Reina no se unen? Porque el Padre Varela está por medio. Este es un chiste que tiene que ver con los nombres de esas calles.
Por cierto, el nombre oficial de la Avenida de Carlos III es Avenida de Salvador Allende; el de la calle Reina es Simón Bolívar y el de Padre Varela es el nombre actual, pues antes se llamaba Belascoaín. Estas se encuentran en el municipio Centro Habana.
Sin embargo podríamos celebrar un matrimonio de alcurnia pues tenemos una calle Infante y una Infanta.
Hay dos calles en La Habana que se llaman Corta, pero no son las de menor extensión.
La calle mas corta de La Habana se llama Venus y se extiende entre las San Lázaro y Jovellar (27 de Noviembre). Solo unos metros más allá estas dos últimas se unen en forma de cuchillo. Hay otras calles muy cortas, creo que la segunda es Cárcel que se extiende entre San Lázaro y Prado, muy cerca de donde éstas hacen cuchillo. También en Centro Habana están Conde Cañongo y Tetuán. El Cerro tiene la calle Ciprés y en la Habana Vieja están Carpinet, Justiz, Baratillo, Churruca, Porvenir y el Callejón del Chorro
Por cierto, el Callejón del Chorro es la calle más estrecha de La Habana, mide apenas 2,5 metros de ancho y solo tiene una cuadra de largo.
Hay dos casos de calles que se cruzan dos veces entre sí, uno de los casos es San Francisco e Infanta en Centro Habana y el otro es el de Juan Lefont y Cruz del Padre en el Cerro.
Hay dos calles que tienen uno de sus extremos doblado en forma de herradura: Son Avenida Versalles y Avenida Principal. Debido a esa característica, estas dos calles también se cruzan dos veces con otra calle, denominada A. La calle Principal es concéntrica con respecto a Versalles.
¿Quiere usted realizar un tour internacional visitando solo nuestra capital? Es posible. Aquí tenemos las calles Buenos Aires, Atlanta, Virginia, Madrid, Milán, California, San Francisco, Sofía y Bélgica.
Tenemos calles con nombres de mujer: Anita, Beatriz, Blanquita, Carmelina, Carmen, Concepción, Concha, Cristina, Dolores, Enna, Estela, Evangelina, Gertrudis, Graciela, Isabel, María Luisa, Mercedes, Mirta, Pastora, Pilar, Rosario, Rosita, Sara, Silvia, Venus (hay 2), Yara y Yolanda. Y no faltan las de nombres masculinos: Adriano, Agustín, Andrés, Antonio, Carlos, Enrique, Fernando, Hatuey, José Miguel, Justo y Lucas.
Eso sin contar las calles que tienen nombres de santos o de personajes célebres.
Hay también una calle que es “Posible”, una que es “Popular” y otra que es “Bella”.
Aquí, en La Habana, usted puede vivir entre “Fortuna” y “Prosperidad” o si lo prefiere puede residir en”Libertad”, “Alegría”, “Concordia”, “Amenidad”, “Amistad”, “Consuelo” o “Esperanza”. Pero si usted no es una persona alegre, tal vez prefiere residir en “La Sola” o en “Amargura”.
Y si nada de esto le conviene, entonces váyase a vivir en una “Estrella”.
Y basta por ahora, que estoy fatigado de tanto recorrer La Habana. En otro artículo continuaré hablando de las calles de nuestra bella capital.

jueves, 24 de enero de 2008

Dímelo sí, pero en bolero…

Eloy Goicochea tiene una larga trayectoria como intérprete del bolero. Su voz grave y bien timbrada, su afinación y su desenvoltura en escena, hablan en bien del artista. Su sencillez, su afabilidad, su honestidad, lo enaltecen como persona. Su constancia, su seriedad, su puntualidad, lo destacan como trabajador. En cualquier barrio de la ciudad, se le puede encontrar regalando su arte. Vive en el reparto Bahía y va hasta Santiago de las Vegas a cantar.

Eloy no siempre fue artista profesional, antes ejerció otro oficio con toda dignidad. Nos cuenta:
“Al terminar la campaña de alfabetización, a todos los maestros Conrado Benítez, el Gobierno nos otorgó becas para que estudiáramos. Yo escogí el oficio de soldador. Después de graduarme estuve trabajando en los talleres de ferrocarriles, después pasé al taller de pailería de la Flota Cubana de Pesca y más tarde al taller de reparación de buques.”
Sobre sus inicios en el arte, relata:
“Yo canté por primera vez en un local que se destinó para la recreación de los alfabetizadores. Mi primera interpretación fue el tema Fascinación, acompañado por el piano. En el año 1965 ingresé al Conservatorio Alejandro García Caturla de Marianao, con mi profesora Margarita de Mendoza.”
Después de algunos años de estudios musicales, interrumpidos a causa del trabajo en una microbrigada para construir su vivienda, se gradúa al fin y comienza su carrera artística. Su primer trabajo remunerado como cantante fue en el año 1987, en que hizo un Rincón del Bolero en una feria popular en la calle G del Vedado.
Poco después es descubierto por personalidades del arte de la talla de Aldo Baquero y Elio Orobio quienes lo insertan en los espacios dedicados al bolero programados por la UNEAC, incluyendo los festivales. También ha actuado en compañía de Omara Portuondo y con Elena Burke y Frank Domínguez en las “Tardes de Bolero” de la UNEAC y en el Museo de Bellas Artes.
Pero no ha sido este el único género que ha interpretado. El feeling, la música tradicional y hasta números pertenecientes al género afrocubano, han vibrado magistralmente en sus cuerdas vocales.
Su repertorio cuenta con títulos cuyos autores le han encargado con exclusividad su interpretación como Juan Rivera Prevot, Aldo Baquero, Armando Guerrero y otros.
Pero con esto no se cierran las páginas de su abultado expediente artístico. Eloy ha asumido con dignidad y desempeñado con maestría otro difícil rol: el de anfitrión. Al respecto señala:
“En el año 2001ya yo había participado en múltiples peñas como la de Palacios Echenique. Fue entonces que trabé amistad con un promotor cultural del municipio Centro Habana. Él me propuso servir de anfitrión a una peña que llevaría por nombre Dímelo en bolero, que comenzó a desarrollarse en el portal de Carlos III esquina a Xifré. De ahí pasamos luego al interior de la Casa de Cultura.”
Su peña “Dímelo en bolero”, que cada primer domingo de mes se celebra en la Casa de Cultura Joseíto Fernández, de Centro Habana, es punto de reunión para destacadas voces del género, pero sirve además como marco para rendir homenaje a quienes, de una u otra forma, contribuyen al desarrollo de la cultura comunitaria. Un sencillo diploma y una artesanía salida de las hábiles manos de Rita, la esposa de Eloy y su compañera en el arte, son los únicos elementos materiales que se obsequian. Pero el calor humano, el cariño y la sinceridad son el mayor regalo. Su peña ha rendido tributo a personas tan humildes como el sencillo trabajador administrativo o tan destacadas como el locutor y animador Eduardo Rosillo.
Porque siempre tiene una frase amable, un elogio y hasta un piropo a flor de labios y nos obsequia su bondad sin límites; porque su voz se regala en canciones a todo el que asiste a sus espectáculos; porque trabaja sin descanso; Eloy Goicochea es de esos artistas de pueblo, sin pretensiones de fama, pero a los que el aprecio de sus semejantes eleva a la categoría de estrellas luminosas. Es por eso un orgullo del barrio.

lunes, 21 de enero de 2008

El chino pordiosero de La Habana

Las cosas no son siempre lo que parecen.
La anécdota que voy a relatar es estrictamente cierta y yo la conozco de muy buena tinta.
Vivía en el barrio chino de La Habana un viejo limosnero. De la mañana a la noche se la pasaba recorriendo el barrio con su cuerpo encorvado, sus ropas harapientas, so bastón y su silencio asiático.
Realmente su aspecto daba grima, por lo que no eran escasas las dádivas de los paseantes. Sin embargo, los otros chinos residentes del barrio no le daban nada y hasta lo esquivaban un poco. Cualquiera podría imaginarse que esta actitud obedecía a la característica introversión de los hijos del legendario imperio.
Mas, sucedió que, como todo ser vivo, un día el chino pordiosero cantó el último pregón. Como vivía solo, sin familia, en una estrecha y lóbrega habitación de una antigua casa de huéspedes, tocó a las autoridades hacerse cargo del muerto.
Acudió el instructor judicial y el médico forense al levantamiento del cadáver, como corresponde a los casos de muerte en circunstancias no explicadas.
¿Y qué encontraron al revisar la habitación del asiático mendigo? Pues dinero, muchísimo dinero escondido debajo del colchón de la cama. La expresión textual del médico legista fue “Un colchón de dinero debajo del colchón”
Nada, que las cosas no siempre son como parecen, el chino pordiosero ganaba lo suficiente como para vivir con comodidades, sin embargo se sometía a la indigencia y atesoraba sus ganancias, sin tener siquiera a quién dejarle herencia.
¿Incomprensible verdad?

viernes, 18 de enero de 2008

El guarapo, jugo de caña

El guarapo es el jugo de la caña de azúcar (Saccharum officinarum), una graminácea oriunda del continente asiático, importada a Cuba por los colonizadores españoles y que llegó a ser el primer renglón económico de la isla caribeña.
El guarapo es una bebida de agradable sabor y excelentes características nutricionales, excepto para diabéticos.
Con un elevado contenido en azúcares, proteínas y calorías, resulta una bebida energizante magnífica. El índice de sacarosa depende de la variedad de caña y su punto de maduración.
En madrugadas frías, poco comunes en Cuba, los trabajadores de las fábricas de azúcar acostumbran a beberlo extraído del proceso productivo, porque sale tibio y les ayuda a recuperar energías y el calor del cuerpo. Sin embargo es mucho más frecuente consumirlo bien frío, con la adición de hielo frappé, en puestos de venta conocidos popularmente como guaraperas, en las que se extrae el jugo de la caña en el momento de ser consumido, pues minutos después cambia su color poniéndose oscuro. Por esa característica negativa del guarapo, han resultado infructuosos, hasta ahora, todos los intentos de embotellarlo.
Las guaraperas están diseminadas por todo el país gracias a la facilidad con que se construyen los trapiches y la abundancia de caña azucarera.
Los trapiches son las máquinas con que se extrae el jugo a la caña, tanto las pequeñas que se usan en las guaraperas, como las enormes que se usan en los centrales azucareros (fábricas de azúcar).
Esencialmente, los trapiches están compuestos por dos rodillos de metal con estrías que giran movidos por motores o por la fuerza humana y entre los cuales se hace pasar la caña para exprimirla.
En sus inicios, los trapiches eran de madera y se movían mediante fuerza animal. Luego el guarapo se depositaba en grandes pailas y se sometía al fuego hasta desecarse. La costra resultante se raspaba, de donde nació el nombre de raspadura, producto que hoy se sigue obteniendo de manera artesanal para consumirse como una golosina. Aquellas primitivas fábricas se conocían como ingenios.
Hay otros procedimientos más sencillos de obtener el guarapo, como retorcer la caña sobre una vasija después de haberla machacado un poco.
El guarapo y todos sus derivados están profundamente arraigados en la cultura popular cubana, se menciona en canciones como una cuyo estribillo reza: si tomas guarapo por la madrugá, lo bueno se queda y lo malo se va. También existe un popular grupo musical cubano que lleva ese nombre, aunque ellos, para darle un toque distintivo lo escriben con W (Warapo).
Muchos haitianos que emigraron a Cuba en los siglos XVIII y XIX y se asentaron en la zona sur oriental, donde se emplearon como jornaleros para el corte manual de la caña de azúcar por salarios miserables. Se cuenta que muchos dueños de estancias les permitían ocupar un pedazo de tierra para que levantaran sus chozas y fomentaran pequeñas siembras, conocidas como conucos. También les permitían aprovechar un área del cañaveral. Con las viandas que obtenían en los conucos y el guarapo que extraían de la caña, los haitianos eran capaces de mantener el despiadado ritmo de trabajo que imponían los mayorales en el corte manual de la caña.
Hoy la mayor parte de ese trabajo está mecanizado y las fábricas de azúcar (centrales azucareros) cuentan con tecnología de punta para el proceso, pero el guarapo, esa deliciosa bebida que a todos los cubanos nos gusta, se sigue extrayendo de manera artesanal y consumiéndose acabadita de exprimir. ¡Que así sea!