Este miércoles 19 de marzo de 2014 La Habana amaneció cubierta de
una manta de nubes que se proyectaban como un filtro para los rayos del Sol.
Pero el Astro Rey no quiso darse por vencido y asomó su faz amarilla y rojiza
como la yema de un huevo.
Una oportunidad que no podía perder, aunque he fotografiado
a nuestro astro centro en varias ocasiones, pero la densidad del aire le
confería un aspecto único, así que encendí la cámara y salí al balcón.
Una fotografía general y otra con un mayor acercamiento y otra
más cerca, entonces descubro varios puntos negros sobre la esfera luminosa «No
puede ser –pienso- deben ser pájaros que se interpusieron entre el lente y el
astro».
Entonces abro más el zoom y enfoco nuevamente y, aunque algo
borrosas, vuelven a aparecer las manchas.
Poder mirar al Sol a simple vista y poder hacer una
observación tan precisa es un fenómeno raro, al menos en estas latitudes en las
que la luminosidad es tan alta que puede afectar la vista. Recuerde: ¡No mire
directo al Sol sin cristales especiales!
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