Una supercarretera que circunde al Mundo ¿es posible? Por supuesto, en la actualidad no. Haría falta vencer la gravedad de la Tierra para mantener esa autopista levitando sobre las amplias superficies acuáticas.
Pero en un futuro, no demasiado lejano, puede que el
desarrollo tecnológico sí permita algo que ahora para muchos pueda resultar
simplemente ciencia ficción.
Seguramente cuando Julio Verne en sus inigualables novelas
profetizó naves sumergibles movidas por misteriosa energía (20 mil leguas deviaje submarino),
o viajes interplanetarios (De la Tierra a la Luna),
la mayoría de las personas pensaron que solo se trataba de ficción engendrada
por una imaginación desbordada de quien algunos tildarían de loco.
Sin embargo esas y otras muchas ideas descritas por autores
de literatura fantástica son hoy realidades tangibles.
La dificultad para construir la superautopista
transcontinental radicaría principalmente en la falta de voluntad humana para
trabajar todos juntos con el propósito de lograr una empresa de tal magnitud.
Para ello las personas deben primero deshacerse de
ambiciones, diferencias de clases, de credos y de lenguas, cosa que solo es
posible en una sociedad de paz y fraternidad en la que prevalezcan los
intereses comunes sobre los individuales.
Una sociedad que los pobladores de la Tierra no hemos sido
capaces de construir, pero que indudablemente, estará en el futuro pues de ello
depende la propia supervivencia de la especie humana.
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