Si
usted no es diletante de la música tradicional cubana y le dicen que el
11 de septiembre de 1911 nació Ignacio Jacinto Villa y Fernández,
posiblemente no sepa de quien se está hablando, pero lo reconocerá de
inmediato si le dicen que se trata de Bola de Nieve.
En humilde cuna, en el habanero poblado de Guanabacoa,
nació este importante pianista y compositor, reconocido en el mundo
entero, por su peculiar estilo a la hora de cantar y pulsar las teclas
del más universal de los instrumentos musicales.
En su
ascendencia no aparecen antecedentes que lo relacionaran con el arte,
pues su madre, Inés Fernández, era ama de casa y su padre, Domingo
Villa, cocinero en una fonda. Mas, su natal barrio era rico en
tradiciones musicales, lo que sin dudas influyó en Ignacio.
Con
ocho años comenzó el germen de su vida artística al matricular en el
Conservatorio Mateu de la propia villa de Guanabacoa y a los 12 comenzó a
estudiar solfeo y teoría musical, aunque su vocación se inclinaba más
por la carrera pedagógica en la rama de las letras y la filosofía, por
lo que en 1927 se inscribió en la Academia Normal para Maestros, pero la
crisis que provocó la dictadura de Gerardo Machado lo obligó dedicarse a la música para vivir.
El primer trabajo que tuvo fue como pianista en el cine Carral,
haciendo fondo musical a las películas, una práctica muy extendida en
esa época en que el cinematógrafo aún carecía de sonido propio.
Más tarde ingresó también como pianista a la orquesta de Gilberto Valdés que se presentaba en el cabaret La Verbena. Trabajó con la soprano Zoila Gálvez, y acompañó por vez primera a Rita Montaner en el Roof del Hotel Sevilla, donde esta cantó El manisero de Moisés Simons y Canto siboney de Ernesto Lecuona.
Precisamente
acompañando a esta inigualable cantante, conocida también como “La
Única”, fue que Villa salió por primera vez de Cuba, en enero de 1933,
con destino a Yucatán, México, donde actuaron en un espectáculo de
variedades.
Un mes más tarde fueron contratados para actuar en el
teatro Iris de la capital azteca en una revista titulada Cuba-México y
de allí pasaron al teatro Politeama.
En ese coliseo Bola de Nieve debutó como solista. Comenzó por interpretar la canción Vito Manué, tú no sabe inglé, un poema de Nicolás Guillén musicalizado por Emilio Grenet. De allí saltó a la radio en la emisora XW donde mantuvo un programa de una hora diaria.
De
México se trasladó a los Estados Unidos, siempre acompañado por Rita
Montaner, a quien se sumaron Pedro Vargas, las hermanas Campos,
Enriqueta Faubert y Juan Martínez Casado.
Después de volver a
incursionar en escenarios mexicanos, Bola regresó en 1935 a la patria,
donde fue contratado para trabajar en la Compañía de Ernesto Lecuona,
con la que se presentó en los teatros Campoamor y Principal de la
Comedia.
Un año después conoció Argentina, a donde viajó como
parte de la Compañía de Lecuona; hizo, además varios programas en dos
emisoras bonaerenses y participó en el filme Adiós, Buenos Aires.
En
1937 incursionó en Chile y Perú de donde regresó a Argentina y después
de cosechar éxitos en el continente suramericano por 11 años más viajó a
España con la compañía de Lecuona.
En 1948 volvió a visitar los
Estados Unidos de Norteamérica y luego fue a Puerto Rico. En ambos
países compartió escenarios con importantes figuras de la época y
recibió halagüeñas críticas.
A su regreso a Cuba en el 1950
mantuvo, durante varios años, un espacio fijo en la CMQ Radio con el
título de Gran Show de Bola de Nieve, en el que también dirigía la
orquesta.
Entre 1951 y 1958 efectuó varias giras por Francia. En
1953 se presentó en la en capital danesa, en 1956 viajó a Washington, y
posteriormente recorrió Niza, Roma, Venecia, Milán y nuevamente
Dinamarca.
Al contrario del aprecio que le tenían en casi todo el
mundo, a Ignacio Villa se le podría aplicar ese refrán que dice “nadie
es profeta en su tierra”, pues en Cuba no se le daba mucha importancia,
al catalogarlo como excéntrico musical, y hasta 1960 solo había grabado
un fonograma.
Luego del triunfo de la Revolución Cubana y al
establecerse relaciones con el campo socialista, el artista realizó
giras por Checoslovaquia, la Unión Soviética y la República Popular
China.
Entre 1964 y 1966, fue nuevamente contratado en México
para ambientar un restaurante, trabajo que simultaneó con presentaciones
en la televisión de esa nación centroamericana.
En el año 1967 formó parte de la delegación cubana a la Expo’67, en Montreal, Canadá.
Bola
cantaba en inglés, francés, italiano y portugués. Entre sus obras como
compositor hay piezas antológicas como Si me pudieras querer o Arroyito
de mi casa. Los fragmentos de películas que se conservan de sus
actuaciones muestran al negro retinto, de grandes, blancos y parejos
dientes como teclado de piano, siempre risueño, cantando con su áspera
voz.
En cuanto a su apodo hay más de una versión. Algunos
afirman que cuando trabajaba en el cine Carral de Guanabacoa,
acompañando filmes mudos, ya los muchachos del barrio le llamaban “Bola
de fango” y “Bola de trapo”, quizás debido a su complexión, y que esto
molestaba al artista.
Otros afirman que fue Rita Montaner quien
le puso el mote que devino nombre artístico. Al menos fue ella quien lo
popularizó y quien hizo que apareciera por primera vez en público,
escrito en el cartel de una de sus presentaciones en México.
Ignacio
Villa padecía de diabetes y asma y en enero de 1969 se le descubrió una
cardiopatía arterioesclerótica. En 1970 fue víctima de un infarto. A
pesar de su delicada salud nunca se apartó de los escenarios.
Su
última aparición en público fue el 20 de agosto de 1971 en el teatro
Amadeo Roldán, durante un homenaje a Rita Montaner y en la televisión
cubana el día 12 de septiembre de ese año en el programa musical Álbum
de Cuba.
El 2 de octubre del propio año la muerte alcanzó a Ignacio Jacinto Villa y Fernández, Bola de Nieve, en Ciudad de México.
Discografía
1933 – (Sencillo) No dejes que te olvide (México)
1940 – (Sencillo) Tú me has de querer (RCA Victor)
1941 – (Sencillo) Señorita Chi Chi y Pampa (Argentina - RCA Victor)
1947 – (Sencillo) Chivo que rompe tambó, Drume, negrita, El dulcero, Mesié Julián (Cuba - Coda)
1955
- (Larga duración) No puedo ser feliz, Qué dirías de mí, Ya no me
quieres, Se equivocó la paloma, No me platiques, Si me pudieras querer,
Drume, negrita, Mesié Julián - (México - RCA Victor)
1956 - (Larga duración) Yambambó, Ay, amor y otros diez temas (México - RCA Victor)
1957 - (Larga duración) Bola de Nieve con su piano (España - Montilla)
1960 - (Larga duración) Este sí es Bola (Cuba - Sonotone)
(Con información de EcuRed)
lunes, 29 de septiembre de 2014
Bola, cubano y universal
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