Los árboles de la avenida de Salvador Allende (antes avenida de Carlos III) sirven de dormitorio a miles de pájaros que se concentran en ese lugar para pasar la noche después de haber forrajeado su alimento todo el día.
En la mañana se despiertan formando una inmensa algarabía. No conozco el motivo o la función que cumple ese griterío. Quizás se estén repartiendo los trabajos del día y sean muy indisciplinados para aceptar la tarea asignada a cada cual. Lo cierto es que el espectáculo es alegre y refrescante. Cada mañana, cuando voy camino a mi trabajo, me detengo un minuto a escuchar el alegre vocerío.
De paso te cuento que la avenida Salvador Allende es una vía recta y ancha, de cuatro carriles, ubicada en el centro de La Habana, que corre desde la calle Belascoaín (Padre Varela) hasta una intersección en que confluyen la avenida de Paseo, la de Boyeros y la calle Zapata.
En Salvador Allende se ubican algunos de los edificios más importantes de la capital cubana, como el Edificio Masónico que en casi su totalidad sirve de sede a la principal logia de la masonería cubana. Es un bello edificio rematado por un globo terráqueo de grandes dimensiones.
También en esa avenida se encuentra la organización no gubernamental más antigua de Cuba: la Sociedad Económica Amigos del País, fundada en el siglo XVIII por ilustres cubanos con el propósito de fomentar el desarrollo económico y cultural de la mayor de Las Antillas.
Hoy en su sólido edificio, construido con piedra de Jaimanitas, se alberga también el Instituto Cubano de Literatura y Lingüística.
Otro importante enclave de la otrora avenida de Carlos III, es la Quinta de los Molinos, residencia de descanso de los capitanes generales que gobernaron a Cuba durante la colonización ibérica.
El Hospital Freyre de Andrade, comúnmente conocido como Emergencias, ubicado en Salvador Allende entre Hospital y Espada, fue el primer edificio de mampostería levantado específicamente para hospital en La Habana. Este vendría a sustituir el vetusto hospital de madera emplazado cerca de allí. Por cierto, fue en el Freyre de Andrade donde exhaló su último suspiro el genial cantante cubano Beny Moré.
Allí se albergó también el Instituto Nacional de Cirugía y Anestesiología, por lo que este recinto hospitalario es conocido también como INCA.
Hasta la intersección de Carlos III y Subirana llegaba la línea del primer ferrocarril que funcionó en Cuba, entre este punto y el poblado de Bejucal.
Otras importantes industrias y centros comerciales se alinearon o se alinean a ambos lados de esta populosa avenida. Entre ellos la Plaza Carlos III un importante centro comercial en funciones actualmente en un edificio que fue estacionamiento para automóviles y que aún conserva las rampas de acceso.
Y el Colegio Veterinario y la Facultad de Odontología. Nada, toda una arteria metropolitana.
De otras calles habaneras hablaremos en otro artículo.
En la mañana se despiertan formando una inmensa algarabía. No conozco el motivo o la función que cumple ese griterío. Quizás se estén repartiendo los trabajos del día y sean muy indisciplinados para aceptar la tarea asignada a cada cual. Lo cierto es que el espectáculo es alegre y refrescante. Cada mañana, cuando voy camino a mi trabajo, me detengo un minuto a escuchar el alegre vocerío.
De paso te cuento que la avenida Salvador Allende es una vía recta y ancha, de cuatro carriles, ubicada en el centro de La Habana, que corre desde la calle Belascoaín (Padre Varela) hasta una intersección en que confluyen la avenida de Paseo, la de Boyeros y la calle Zapata.
En Salvador Allende se ubican algunos de los edificios más importantes de la capital cubana, como el Edificio Masónico que en casi su totalidad sirve de sede a la principal logia de la masonería cubana. Es un bello edificio rematado por un globo terráqueo de grandes dimensiones.
También en esa avenida se encuentra la organización no gubernamental más antigua de Cuba: la Sociedad Económica Amigos del País, fundada en el siglo XVIII por ilustres cubanos con el propósito de fomentar el desarrollo económico y cultural de la mayor de Las Antillas.
Hoy en su sólido edificio, construido con piedra de Jaimanitas, se alberga también el Instituto Cubano de Literatura y Lingüística.
Otro importante enclave de la otrora avenida de Carlos III, es la Quinta de los Molinos, residencia de descanso de los capitanes generales que gobernaron a Cuba durante la colonización ibérica.
El Hospital Freyre de Andrade, comúnmente conocido como Emergencias, ubicado en Salvador Allende entre Hospital y Espada, fue el primer edificio de mampostería levantado específicamente para hospital en La Habana. Este vendría a sustituir el vetusto hospital de madera emplazado cerca de allí. Por cierto, fue en el Freyre de Andrade donde exhaló su último suspiro el genial cantante cubano Beny Moré.
Allí se albergó también el Instituto Nacional de Cirugía y Anestesiología, por lo que este recinto hospitalario es conocido también como INCA.
Hasta la intersección de Carlos III y Subirana llegaba la línea del primer ferrocarril que funcionó en Cuba, entre este punto y el poblado de Bejucal.
Otras importantes industrias y centros comerciales se alinearon o se alinean a ambos lados de esta populosa avenida. Entre ellos la Plaza Carlos III un importante centro comercial en funciones actualmente en un edificio que fue estacionamiento para automóviles y que aún conserva las rampas de acceso.
Y el Colegio Veterinario y la Facultad de Odontología. Nada, toda una arteria metropolitana.
De otras calles habaneras hablaremos en otro artículo.
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